Lo más complicado de todo el proceso fue obtener la información precisa para poder plantear el gráfico. Estuvimos una semana colgados literalmente de los árboles tomando apuntes de las estructuras, haciendo bocetos y fotografiando todo lo que se ponía por delante. Fue una mezcla de ocio y trabajo al mismo tiempo. El reto durante esos días fue obtener una radiografía precisa de los 477 metros del sistema de puentes para entenderlo bien porque de regreso a Lima no íbamos a tener la posibilidad de consultar ciertas cosas que se hacen evidentes en el trabajo de campo.

Repartimos la información entre las dos caras del afiche. En el lado A dibujamos la información más importante: tomamos como eje el propio canopy para mostrar los principales hitos botánicos que el viajero puede observar desde los puentes y algunos ejemplares de fauna local fácilmente identificables. Para crear la atmósfera adecuada en el trabajo apostamos por una ilustración clásica, realizada a mano con gran precisión. Los trabajos a mano son más cálidos y poseen una magia especial.

El lado B sirvió para mostrar toda la información técnica sobre el canopy. Detectamos que el tema de seguridad, además de ser muy visual, es vital para los viajeros que suben a la estructura y que, por lo tanto, merecía un espacio importante en el trabajo. En este caso apostamos por dibujos realizados vectorialmente para lograr un resultado esquemático y de trazo limpio.