La consigna que recibimos en el Estudio fue lograr hacer del espacio de la cadena multinacional en Cusco un espacio único y con acentos locales. Situado en la plaza de armas de la ciudad, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, el nuevo local debía ser especial, tanto que, en ese momento, sólo existían 5 locales más de la cadena que no seguían el patrón corporativo. Nos pareció oportuno rendir un sentido homenaje a la cultura andina y por eso desplegamos nuestra creatividad en las cinco paredes asignadas.

Tras una etapa de documentación y recopilación de textos e imágenes propusimos desarrollar la idea de los tres mundos andinos: hanan pacha (el mundo superior, dominado por el cóndor), kay pacha (el mundo terreno, dominado por el puma) y el uju pacha (el inframundo, dominado por la serpiente). De esta manera desarrollamos la historia del maíz y el nacimiento de las flores, para las dos paredes del mundo terreno, la representación de los montes sagrados para el mundo superior y la representación de la papa, para el espacio del inframundo. Completamos las paredes con una representación de la vía láctea o río sagrado para los pueblos precolombinos.