En Santiaguero, distrito de Chulucanas, Piura, todos hablan de abejas. De africanas, de criollas, de sus panales, de su miel. Son muchos los niños que las crían y no son pocos los adultos que trabajan en apicultura. La Asociación María de los Ángeles, que es parte del Programa de Pequeñas Donaciones de las Naciones Unidas, escogió esta actividad para conservar la biodiversidad del bosque seco piurano. Walter, el fabricante que fue a cubrir la actividad para el libro-catálogo que estamos elaborando sobre el programa, quedó tan fascinado con la vestimenta de apicultor que ahora amenaza con dejar Fábrica y cambiar de profesión.
El pueblo oculto de las abejas (Piura II/V)
2