El pórtico pintado de San Jerónimo

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Bitácora 2. Es alucinante mirar hacia arriba y descubrirlo todo. Cuenta la hisotoria que en San Jerónimo, un anexo del Cusco, vivieron los últimos antiguos nobles incas que se convirtieron al cristianismo. Ingredientes más que suficientes para que ahora podamos apreciar una de las iglesias barrocas más impresionantes del Valle Sur. El artesonado del techo, con sus maderas talladas, sus pinturas en relieve son un auténtico regalo para la vista, verdaderos vestigios de la cultura visual del sXVII.